La Hacienda La Esperanza de Manatí fue una de las más ricas y avanzadas haciendas azucareras de Puerto Rico para finales del Siglo XIX.
Hoy en día este mágico lugar está a cargo de la organización Para La Naturaleza, del Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico.
Cualquiera que visite la isla puede ir de excursión a la Hacienda La Esperanza para que, al igual que nosotros, aprendan todo sobre el desarrollo de la industria azucarera en Puerto Rico.
Aquí esta el único trapiche de vapor que queda en el mundo y está en funcionamiento. Cuando la enorme máquina prendió, a todos se nos cortó el aliento y nos sentimos transportados en el tiempo. Sus guías nos contaron cómo se realizaba la molienda ¡y la historia de los esclavos que trabajaron en estas tierras!
¡ Miren qué impresionante se ve en movimiento !
Durante el trayecto, también entramos en la recién restaurada casona del Márques de La Esperanza, que custodia una colección de 389 machetes, herramientas utilizada para cortar la caña.
El Márquez de La Esperanza, título otorgado por la Corona Española, compró los terrenos fértiles con la idea de producir la caña de azúcar. Fue Fernández él que trajo a Puerto Rico el primer trapiche de vapor, considerado en la actualidad como un patrimonio de la humanidad.
Para orgullo puertorriqueño, este trapiche es la única máquina de su clase que queda en el mundo. Fue construida en el 1861, en Cold Spring, Nueva York por la West Point Foundry y en esta hacienda se restauró cuidadosamente a un estado funcional para el disfrute de los visitantes que llegan hasta esta hermosa hacienda para admirar y conocer su historia.