Capadocia parece algo fuera de este mundo. Cuando llegamos allí tuvimos que frotarnos los ojos ¡porque no creíamos lo que estábamos viendo! Un mundo con paisajes estrambóticos esculpidos por el agua y el viento a través de siglos sobre un cúmulo de lava, cenizas y barro producto de la erupción de dos volcanes.
Nos detuvimos a tomar fotos y nuestro guía Yaman nos explicó que dentro de muchas de estas formaciones hay viviendas. La gente vive literalmente dentro de cuevas que por dentro están decoradas como cualquier casa.
Como verán en estas fotos que comparto con ustedes, algunas piedras parecen estar derretidas como si hubiesen sido creadas por Dalí o Gaudí. ¡Les van a sorprender!
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Acabando de llegar a Capadocia, Lara y Adrián reciben la bienvenida de un camello.
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Capadocia parece de mentira, como si las rocas se estuviesen derritiendo.
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Se siente el silencio centenario de las cuevas transformadas en viviendas.
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Las formaciones a nuestras espaldas son conocidas como "chimeneas de hadas"; dicen los residentes que parecen estar llenas de magia.
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¿Qué tal me veo frente a esta vivienda? En la actualidad está deshabitada.
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Julián posado frente a la bandera turca en un típico panorama de Capadocia. A sus espaldas, los pináculos coronados con piedras en frágil equilibrio. Eventualmente, se caerán porque el agua va erosionando la base.
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A nuestras espaldas se ve la mayor de las formaciones que es parte de Uchisar; ahí dentro de la formación viven personas.
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Las formaciones a veces parecen colmenas porque el hombre ha cavado cuevas para vivir en ellas. Hoy algunas están habitadas y otras no.
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Un típico jardín de Capadocia
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Han sido muchas las civilizaciones que han dejado su huella en Capadocia, y que han contribuido a darle ese aire irreal, o más bien surreal.
