Las tortugas son animales fascinantes. Una visita a la isla de Santa Cruz en el archipiélago de Galápagos es suficiente para comprobarlo.
Visitando el criadero de tortugas donde los guardabosques del Parque Nacional Galápagos se dedican a reproducir tortugas para evitar su extinción
Entrada a la reserva ecológica.
Estos enormes animales llegan a vivir más que cualquier ser humano…¡hasta 130 años! Esta especie de tortugas terrestres come frutas y plantas, por eso su función para el ecosistema es tan importante. Al defecar ellas expulsan esas semillas ya blandas, lo cual facilita que puedan germinar. Gracias a ellas hay árboles y arbustos que sirven de alimento a otros animales también.
Esta tortuga en particular se calcula que tiene unos 105 años.
¡Filmando a una tortuga rompiendo el cascarón!
¡Sólo en Galápagos!
Muchas personas piensan equivocadamente que las tortugas cambian de caparazón. Más no es así. El caparazón es óseo. Es decir, es el esqueleto de la tortuga, diseñado para proteger sus órganos.
El caparazón es básicamente el esqueleto que protege los órganos internos de la tortuga.
Filmando siempre a una distancia, para no asustar a los animales.
Cada tortuga es enumerada antes de ser liberada.
Son lentas, pero fuertes; caminan hasta 10 kilómetros al día. Y sobre todo, son vigorosas. Durante la temporada de apareamiento una hembra puede copular con hasta 10 machos diferentes, y cada encuentro dura aproximadamente una hora.
El macho se monta sobre la hembra para el encuentro amoroso.
Respetando su espacio. Admirándola desde la distancia.
¡Verlas en su hábitat natural es una experiencia inolvidable!
