Las tortugas son animales fascinantes. Una visita a la isla de Santa Cruz en el archipiélago de Galápagos es suficiente para comprobarlo.
Estos enormes animales llegan a vivir más que cualquier ser humano…¡hasta 130 años! Esta especie de tortugas terrestres come frutas y plantas, por eso su función para el ecosistema es tan importante. Al defecar ellas expulsan esas semillas ya blandas, lo cual facilita que puedan germinar. Gracias a ellas hay árboles y arbustos que sirven de alimento a otros animales también.
Muchas personas piensan equivocadamente que las tortugas cambian de caparazón. Más no es así. El caparazón es óseo. Es decir, es el esqueleto de la tortuga, diseñado para proteger sus órganos.
Son lentas, pero fuertes; caminan hasta 10 kilómetros al día. Y sobre todo, son vigorosas. Durante la temporada de apareamiento una hembra puede copular con hasta 10 machos diferentes, y cada encuentro dura aproximadamente una hora.
¡Verlas en su hábitat natural es una experiencia inolvidable!