Sólo tengo cosas buenas que decir de Turquía y de su ciudad principal, Estambul.
Esta ciudad es una de las urbes más fascinantes que he visitado. Durante los días que estuve allí conocí gente maravillosa y todos me dijeron lo mismo: que los ataques de los últimos meses han acabado con la industria del turismo. Mis hijos y yo lo vimos con nuestros propios ojos. Cuando íbamos a las diferentes excursiones, notamos que en las mezquitas y monumentos no había que hacer fila. Los museos estaban prácticamente vacíos. Nuestro conductor nos confesó que en el mes de junio sólo había trabajado dos días, cuando antes trabajaba los 30 días corridos porque junio es uno de los meses en los que siempre tenía más trabajo. ¡Y el pobre tiene dos pequeñitos que alimentar en casa! Me contó también que en el estacionamiento de un museo al aire libre usualmente habían 50-60 autobuses de turistas al mediodía, y cuando nosotros fuimos, sólo había uno. Nuestro guía turístico nos habló de cuán injusto es todo esto con el turco promedio que nada tiene que ver con estos ataques terroristas.
Cuando nos despedimos de nuestro guía después de un maravilloso paseo en bote por el Bósforo de Estambul, le deseé que las cosas mejoraran para que los turistas volvieran a visitar esta maravillosa ciudad. Nunca imaginé que horas después tendría lugar esta tragedia en el aeropuerto de Estambul, precisamente por la terminal donde horas antes nos despedimos. Me apena mucho por las víctimas y por el pueblo turco que está sufriendo tanto todo esto.