Qué bueno es saber que existen organizaciones que se dedican a la preservación y protección de animales – sobre todo – aquellos que están en peligro de extinción. Como es el caso de este lindo rinoceronte de Zimbabwe, que tenía nada menos que una llanta atascada en su hocico, lo que le impedía comer y tomar agua. Una vez calmado por los efectos de un tranquilizante, el equipo de conservacionistas se dispuso a remover la llanta cuidadosamente y deshacerse de la misma. En el video podrán ver que el rinoceronte, apenas recobró su fuerza, ¡se dispuso a comer rápidamente!