Este pobre perro pudo haber muerto asfixiado dentro de un auto si no fuera por la acertada ayuda de estos policías. Con la intervención de los agentes y de la Sociedad Protectora de Animales de esa ciudad se evitó una desgracia mayor. Casi desmayado, el animal poco a poco fue recobrando su energía tras beber agua y ser llevado bajo la sombra. Ahora la propietaria de este perro se enfrenta a una acusación por maltrato animal. Y es que los animales nunca deben quedarse dentro de los autos, ¡ni por unos minutos! – mucho menos en pleno verano con temperaturas que llegan hasta los 1oo grados Fahrenheit.
Wow/July 16, 2016