La basílica de la Sagrada Familia de Barcelona es el monumento más imponente y característico de la Cataluña. Es la máxima obra del mundialmente famoso arquitecto catalán, Antonio Gaudí, que lleva más de un siglo construyéndose…¡y aún no se termina!
Su construcción comenzó en 1882 con un estilo neogótico. Un año después, el proyecto Gaudí tomo las riendas del proyecto y lo replanteó por completo. Gaudí diseñó un templo excepcional e innovador que deja boquiabierto a todo el que lo visita.
Gaudí falleció en 1926, dejando el proyecto que ocupó los últimos años de su vida sin concluir pero, gracias a los planos que se conservan del mismo, su sueño se ha hecho realidad poco a poco gracias al trabajo de otros artistas y los fondos financieros obtenidos a través de donaciones y de los boletos de entrada comprados por los cientos de miles de turistas que anualmente lo visitan.
Para cuando finalmente concluya su construcción, éste será el templo católico más alto de todo el mundo. Se espera que eso suceda para el año 2026, cuando se planea conmemorar el centenario de la muerte de Gaudí.
¡Traté de captar las imágenes que mejor representan esta maravilla arquitectónica para ustedes!
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Al fondo, la basílica de la Sagrada Familia. Aún falta la torre mayor que se erigirá en medio de las cuatro torres que ven al fondo.
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El techo del templo cambia de colores según el ángulo y la hora del día.
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Otra foto del techo, el cual a esta hora del día tiene un tono rosado.
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Uno se siente vivo en medio de esta gigantesca obra de arte que está tomando más tiempo en construir ¡que las pirámides de Egipto!
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¡Otro ángulo del imponente techo!
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El Cristo del Altar Mayor "flota" en el aire.
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Frente a una de las puertas de Etsuro Sotoo, al que llaman "Gaudí japonés", porque era admirador del arquitecto catalán y fue contratado para hacer las puertas de esta entrada lateral.
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Una enorme tortuga, símbolo de una larga vida, sostiene la columna de esta entrada lateral.
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Aquí tiene detalles de otros insectos en hierro en las enormes puertas.
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Otra puerta del Etsuro Sotoo que incluyó insectos dentro de esta interpretación de la naturaleza (los escarabajos son símbolos de la vida eterna). Lo hizo en honor a Gaudí, quien siempre incorporó la flora y la fauna en sus diseños.
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Admirando tanta belleza de esta obra maestra.
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Mi amiga Malule, que es casi como mi hermana, tomó la mayoría de las fotos de esta galería...¡gracias Malu!
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Gaudí quería vitrales, pero también quería que la luz natural se filtrara por aperturas sin color. Cuando los tonos de luz se mezclan, ¡es simplemente mágico!
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Los colores a veces se logran con pedazos de cerámica rota como en el caso de estas naranjas al tope de una columna.
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Cuando bajamos de una de las torres, el techo ahora se veía verdoso, gracias a la forma en que la luz se colaba por los vitrales y se reflejaba en el techo blanco.
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Esta tableta numérica suma 33, la edad de Cristo al momento de su muerte. No importa cómo lo sumes, siempre el resultado será 33.
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Mirando a la ciudad de Barcelos desde el mirador de la Sagrada Familia. Uno sube en elevador, pero luego toca bajar 400 escalones por una estrecha y empinada escalinata en forma de caracol.
