Me siento afortunada de haber sido invitada a la gran fiesta de Navidad en la Casa Blanca. Todos los años, la familia presidencial invita a miembros de la prensa para pasar una noche de alegría y crear recuerdos inolvidables. Desde que uno está a punto de entrar, ¡se adivina que adentro lo espera algo especial!
¡Los primeros en recibirnos fueron Sunny y BO los primeros perros de la nación!
Luego entramos por un pasillo cuyo techo estaba decorado con los colores de la bandera estadounidense y eso nos llevó a un salón donde un coro de chicas cantaba villancicos navideños.
Es una linda tradición que nos permite entrar en esta histórica mansión y disfrutar con detenimiento de sus imponentes salones todos decorados para la ocasión.
Hay pinos navideños por todas partes y cada uno está decorado con un tema diferente.
Lo mismo pasa con las mesas de banquetes.
Vimos un buffet con Soldados de juguete gigantes.
También tienen un hermoso nacimiento en uno de los salones principales.
En este video pueden ver todo junto:
Es una curiosa mezcla donde se puede ver un cuadro del ex Presidente Abraham Lincoln sobre una chimenea adornada con figuras de jengibre hechas con bloquecitos de lego.
Me encantó el salón azul donde un pino de 17 pies está al centro decorado con una guirnalda que lleva escrito pasajes de la Constitución de los Estados Unidos.
Del salón azul pasamos al histórico salón Rojo que está “Al Rojo Vivo” decorado con frutas y pinos más pequeños.
La biblioteca de la mansión presidencial es elegante y acogedora, nada ostentosa.
Hasta la antesala para entrar al baño de damas está exquisitamente decorada. Esta sala famosa por el óleo de la ex Primera Dama, Jaqueline Kennedy, está decorada con pinos cuyos adornos son zapatillas de ballet. Al igual que la mesa a mi derecha.
Una de las novedades de la noche es que los periodistas podemos posar para una foto con el Presidente y la Primera Dama. La fila toma tiempo, pero es un recuerdo para toda la vida de esta noche inolvidable.
