Cuando uno está de vacaciones, hay que aceptar que las cosas no salgan perfectamente como uno lo había planeado. De lo contrario; la amargura puede adueñarse de esos días que estaban destinados para disfrutar.
Para despedirnos de Santorini, yo quería que mis hijos y yo nos vistiéramos todos de blanco y nos tomáramos esas fotos que son típicas en las islas griegas, con los bellos paisajes de fondo. A cada uno le preparé su ropa antes de salir de viaje para ese día en particular. Pero al momento de tomar la foto, ya Adrián había usado su camisa blanca y estaba sucia, Julián decía que su camisa blanca era muy transparente y que sólo se la ponía con otra camisa encima, y Lara se empeñó en ponerse los jeans andrajosos con 20 huecos que están de moda, y no el bello traje que le compré para la ocasión.
En fin, en un momento dado me dije: “No voy a luchar en mis vacaciones por tonterías” y me alegro de haberlo hecho porque al final, las fotos quedaron lindas ¡y son las nuestras! Siempre me recordarán que cuando uno tiene hijos, como dice el refrán…¡hay que saber escoger las batallas!
Aquí las fotos únicas de nuestra despedida de Santorini.