Los limones de Capri se pueden ver en todas partes, hasta como centro de mesa en un restaurante con una vela dentro. Son amarillos, gigantes y desprenden un aroma increíble. El limón es el producto símbolo de la isla y de toda la península Sorrentina. Las condiciones climáticas de estas tierras son ideales para el cultivo de este fruto, que se produce de manera totalmente natural.
Se usan para toda clase de platillos y de licores. Por ejemplo, el afamado limoncello de Capri se produce naturalmente a través de la maceración de las cáscaras de limones cultivados y cosechados exclusivamente en la isla.
Aquí está Julian disfrutando de un gelato de limone con limones al fondo.
Encontramos limones en tiendas de souvenirs, pero también en puestos itinerantes por la carretera y en tiendas delicatessen.
Mi amiga Vivi en una piscina que está rodeada de árboles repletos de limones.
Por cierto, ¡se encuentran en todas partes!