En este museo de Capadocia, donde no se exhiben piezas en vitrinas y todo está al aire libre, ¡quedas realmente impactado!
Estos son 2 de los 11 monasterios que hoy forman parte del museo al aire libre.
Con los chicos en la entrada al museo.
Aquí se construyeron más de 400 iglesias escondidas en cuevas y varias de ellas se encuentran en el Museo al Aire Libre de Goreme. Este impactante lugar que hace siglos sirvió como complejo monástico para diferentes grupos de cristianos, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984 y con sólo visitarlo, se entiende por qué.
Entrada a una de las capillas, mirando de adentro hacia afuera.
Dentro de las extrañas y fascinantes formaciones rocosas de Capadocia se construyeron estos diminutos templos religiosos en los siglos X, XI y XII. Cada monasterio tenía una zona de vivienda para sus miembros y su propia capilla o iglesia decorada con frescos impresionantes.
Estos murales son parte de la Iglesia de las Sandalias, llamada así porque las figuras de las imágenes de sus frescos llevan sandalias puestas.
Algunos de estos coloridos murales continúan estando en muy buenas condiciones, como el de la llamada Iglesia Oscura.
Julián admirando las formaciones de piedra, y a lo lejos la entrada a la Iglesia Oscura.
La mejor de las iglesias del museo, excavada en las rocas con hermosos frescos, ¡cuyos colores aún conservan la frescura original!
La Iglesia Oscura sorprende por su belleza. Aquí se ve grande, pero es del tamaño de una habitación cómoda.
Se le conoce así porque a esta pequeña iglesia en particular no le da el sol, y por lo tanto sus frescos se han preservado mucho mejor.
No todas las iglesias del museo tienen murales tan bien preservados como ésta.
Techo de la Iglesia Oscura.
A la salida de la Iglesia Oscura, después de habernos deleitado con sus bellos frescos.
Lara disfrutando de esta belleza al aire libre. Por cierto, a ella no le gusta sonreír mucho en las fotos, porque según ella no tiene una sonrisa linda, ¡lo cual NO es cierto!