Uno de mis sueños como amante de los animales era visitar un santuario de animales salvajes en África y se me hizo realidad, con creces, en Nairobi, Kenia.
Tuve la oportunidad de pasar una noche en el “Giraffe Manor” un santuario para las jirafas “Rothschild”, que son una especie en peligro de extinción.
¡Es un lugar espectacular!
Las jirafas asoman el cuello por las ventanas a la hora del desayuno ¡y comen de tu mano! Muchas llegaron allí recién nacidas tras quedar huérfanas y fueron criadas por seres humanos que le daban leche en biberón…por eso son tan mansas. Algunas ya miden 18 pies de altura y pesan 2 toneladas. En un momento dado tenia a 3 encima ¡pidiendo más comida!
Los dueños de esta preciosa mansión victoriana que está ubicada en el corazón de la propiedad de 137 acres, convirtieron la casa en un hotel de 6 habitaciones para recaudar fondos para mantener a las jirafas y educar al público sobre el tema.
El año pasado, 57,000 niños de las escuelas públicas de Nairobi visitaron el centro educacional.Cuando este santuario comenzó, solo quedaban unas 190 jirafas Rothschild en el mundo entero y gracias a sus esfuerzos ya hay casi 400.