Para nuestro primer especial de Halloween en octubre del 2012, escogimos como tema la familia de Los Locos Adams. Esa serie de televisión arrasó en la década de los 60 porque sus particulares personajes combinaban sus poderes sobrenaturales con pasatiempos y gustos macabros.
El humor de la serie derivó del choque cultural entre ellos y el resto del mundo. Los visitantes normales eran agasajados con mucha cortesía por los Adams, quienes no se percatan de las malvadas intenciones de los huéspedes. Un tema recurrente en el epílogo es que los Adams recibían noticias de su visitante del episodio, ya sea por correo, teléfono o en los periódicos. Al final, el visitante acababa siendo ingresado en un manicomio, cambiaba de trabajo, se iba del país y cosas similares que cambiaban su vida de forma negativa. Pero los Adams siempre acaban malinterpretando el mensaje, creyendo que fue para bien. ¡Eran ingenuos dentro de su excentricidad, y eso fue mágico en la pantalla!
Para nuestro show, el equipo de escenografía transformó el estudio en una réplica muy buena de la mansión Adams y yo que vi tantos capítulos de la serie…¡me metí de lleno en mi personaje de Morticia Adams!