
Lisboa, la capital de Portugal, es una ciudad señorial.
Las calles con adoquines y su arquitectura colonial, con los balcones típicos, y las diferentes plazas, todo eso me acordó mucho al Viejo San Juan. Claro, aquí todo es en mayor escala.

Todo es muy colonial.

El barrio de Alfama es el más antiguo de Lisboa.

Las calles de Alfama son muy estrechas, fue en este barrio que se fundó Lisboa.
Me encantó que las zonas peatonales están pavimentadas con originales diseños hechos con piedra caliza en blanco y negro. ¡Es todo un arte!

Con la estatua de bronce del famoso escritor nacido en Lisboa, Fernando Pessoa.

De noche, ¡la ciudad se enciende!
Para los que le gusta ir de compras, los precios en esta capital son mucho más económicos que los de otras ciudades europeas.

¡Caminar es la mejor forma de conocer!

También, me encantó que tienen un tranvía que atraviesa la ciudad.
Lo mismo aplica a los restaurantes, se come más por menos. Si, porque las porciones son enormes. Tan es así, que el gobierno pidió a los restaurantes servir cantidades más modestas para evitar el desperdicio de comida. Parece que no hicieron mucho caso…¡porque cada plato da por lo menos para dos personas!

La novedosa manera de servir helados: ¡en forma de rosa!
Espero les haya gustado este álbum que hice con cariño para ustedes.