Para celebrar sus 80 primaveras, las amigas de mi mamá ¡la sorprendieron con un lindo almuerzo!
Una de ellas decoró la mesa con colores otoñales y yo llevé el pastel para que coordinara con los mismos tonos.
Ella estaba radiante y por primera, vez no tuvo reparos de que reveláramos su edad para este cumpleaños. ¡Luce fantástica y sin cirugía a sus 8-0!
Una tarde definitivamente especial para ella y sus amigas. Y yo, ¡orgullosa de tenerla!