Salir de compras con un adolescente puede ser muy sencillo si lo dejas escoger la ropa que le dé la gana, o muy complicado si tratas de imponerle tu idea de lo que debe usar. Así que en la “negociación” es que está la clave.
En una reciente salida para comprarle ropa a mi hijo Adrián, esta fue la estrategia que usé y funcionó a las mil maravillas:
- Lo llevé a una sola tienda que tenía una buena selección para mantenerlo enfocado. Usualmente las tiendas tienen sus líneas de temporada con las telas y looks ya combinados, lo que facilita todo. En esta ocasión lo llevé a la tienda de Penguin en Lincoln Road, en Miami Beach.
- Hablé con el manager de la tienda y le pedí que le asignara a Adrián un vendedor que fuera elocuente para que lo asesorara. En esa tienda todos son jóvenes y la verdad es que entre ellos se entienden.
- De entrada, deja claro con tu hijo cuál es el presupuesto y la cantidad de combinaciones que deben llevar al momento de salir de la tienda. Estableciendo eso desde un principio, todo es más fácil.
- Por suerte, mis varones son clásicos en el vestir, escuchan opiniones y no les interesa tener un armario repleto de ropa. ¡Son sencillos y nada materialistas!