No importa qué tipo de clóset tengas, ya sea grande o pequeño, la organización del mismo no va a depender del espacio, sino de lo que quieras conservar en él.
Lo que yo practico cada cierto tiempo es que lo que llamo una limpieza de clóset efectiva: designo un área temporal de trabajo donde puedo poner todas las cosas que están en el clóset. Puedes utilizar tu cama o una esquina de la habitación. Este primer paso requiere que saques todo: ropa, perchas, cajas, mantas y revistas viejas.
Después organizo cada artículo en categorías específicas y hago inventario. Haz grupos que sean “para mantener”, “para decidir” “para regalar/donar” . Ah! Seguramente encontrarás cosas que no pertenecen al clóset. Esas, o las botas o las devuleves a donde correspondan (cocina, depósito, sala, etc).
Las reglas básicas: bota de una vez todo lo que sea irreparable o le falte su pareja. Esto aplica a medias, zapatos, aretes, etc. Hazte algunas preguntas como estas: ¿Me he puesto esta blusa o falda en el último año? ¿Aún me sirve esta chaqueta? ¿Realmente necesito 5 bolsas que lucen exactamente igual?
Con las respuestas vas a poder decidir (no te apegues a las cosas materiales) si mantenerlas o que otra persona pueda darles uso. ¡Quizás ya cumplieron su tiempo contigo! Si todavía sabiendo que no la vas a usar te da algo de sentimiento, te sugiero tomarle una foto y la guardas de recuerdo.
Otro tip súper efectivo: si eres como la mayoría de las mujeres, probablemente teangas más zapatos de los que en verdad necesitas. Si aún después de la limpieza tienes más de la cuenta, te sugiero colocarlos en sus cajas con fotografías para facilitar “la búsqueda” a la hora de vestirte.
¿Qué te parecen estas ideas? Con ellas verás como agradecerás haber hecho esa limpieza o mantenimiento de tu clóset. ¡Buena suerte!