Hijo querido:
Cuando primero me tocó irme de mi casa para estudiar en el exterior, mi papá me llevó y me ayudó a mudarme a mi habitación en el dorm, igual que hice yo contigo en estos días.
Nunca olvidaré la carita de mi papá cuando le tocó despedirse de mí. Estaba muy nostálgico y al mismo tiempo, alegre por mí. Sabía que era una gran oportunidad para mí. ¡Ahora lo entiendo TAN BIEN!
Cuando llegué a mi cuarto, encontré sobre la cama una carta que él me había escrito. En ella me decía cuánto me iba a extrañar y me daba unos cuantos consejos. Todavía la guardo, y quiero pasarte algunos de esos consejos que me han ayudado tanto durante mi vida, para que te ayuden a ti también.
– Mantén la esencia de quien eres y mantén siempre tu lado humilde y de buen corazón. No dejes que la vida te endurezca, pero tampoco confíes ciegamente, porque el mundo al que estás entrando muchas veces te va a defraudar. Recuerda que no todo el mundo cuenta con los principios y valores que te he enseñado.
– Una mala decisión puede descarrilarte del camino que has escogido. La vida cambia en un solo segundo y a veces los errores se pagan muy caro. Piensa antes de actuar y como siempre has hecho, no te dejes llevar por los demás.
– Recuerda que en la vida no hay nada gratis, excepto el amor de tus padres. El que te dé algo, créeme que a la larga te lo va a querer cobrar de una forma u otra. ¡Se puede ser bueno sin ser ingenuo!
– Prepárate para que te rompan el corazón, porque en este mundo los amigos fallan y los amores también. Eso es inevitable y aprender a lidiar con desilusiones y a veces con traiciones es parte de la vida. Cuando eso suceda, SIEMPRE estaré aquí para darte un abrazo, decirte una palabra linda y recordarte que todo dolor se sobrevive.
Prometo recordar que ya eres todo un hombre listo para agarrar las riendas de su destino y no querer imponerte mis criterios. No es fácil, porque desde que los hijos nacen nuestro principal trabajo es protegerlos y encaminarlos en cada paso que dan. Pero créeme que cuando te dé consejos en el futuro (porque siempre habrán consejos), será por tu bien.
Julián de mi corazón, aprovecha esta oportunidad de estudio que puede abrirte las puertas a una buena carrera. Tienes que trabajar muy duro para asegurarte un buen futuro. Esta educación que te estoy dando es tu llave al éxito. ¡No te desvíes de esa meta!
Sólo me queda por decirte que estoy orgullosa del hombre en que te has convertido y del hombre que serás, porque cada vez crecerás más como ser humano y profesional. Admiro todo sobre ti. En particular, tu nobleza y rectitud.
Me despido recordándote que te adoro y espero que esta experiencia universitaria sea inolvidable,
Mami