Todos conocemos a por lo menos una persona que está luchando contra algún vicio, ¡y sabemos que no es una batalla fácil!
En el caso de los alcohólicos que están tratando de dejar la bebida, puede que la memoria los traicione… pasar por un bar donde ahogaban las penas, el olor de su trago favorito y hasta el sonido del hielo moviéndose dentro de un vaso de cristal pueden hacer que un adicto al alcohol abandone su camino hacia la sobriedad.
Por eso, los científicos están trabajando en la búsqueda de una droga que pueda bloquear esos recuerdos… que evite que haya una recaída por asociación. Y todo parece indicar que Rapamycin, un medicamento que típicamente se le da a pacientes de trasplante de órganos, puede ayudar a combatir las recaídas.
Para llegar a esa conclusión, investigadores de la Universidad de California en San Francisco permitieron que un grupo de ratas bebiera alcohol hasta la inconciencia durante semanas y luego les quitaron el alcohol por completo. Al cabo de 10 días, les dieron sólo una gota de alcohol – lo suficiente para recordarles su efecto – y como era de esperarse, todas quisieron seguir bebiendo. Al repetir la prueba a la mitad del grupo de ratas, se le dio la gota de alcohol y el medicamento… ¡y este grupo no sintió ansiedad por beber de nuevo!
Fue un experimento con ratas, pero qué gran esperanza de que este medicamento funcione en los humanos para combatir sus adicciones, ¿no creen?