Creo que es saludable respetar la idiosincrasia de cada uno de nuestros hijos. A mi hija Lara no le gustan las fiestas formales y por eso no quiso celebrar sus 15 años como tantas otras niñas celebran.
Yo estaba lista para hacerle algo especial, pero en vez de una fiesta de quinceañera tradicional, ella prefirió invitar a un grupo de amigos a la casa y hacer algo sencillo. Yo se lo aplaudí. Incluso, en medio de la fiesta se cambió el traje que le compré para la ocasión y se puso otro más cómodo. La dejé porque lo importante era que se sintiera feliz en su día.
No me gusta imponerle ideas, me gusta que tengan su propio estilo y que no se dejen regir por convencionalismos.
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Me parece increíble que mi niña ya tenga 15 años.
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Lara mi pidió celebrarlo de una forma simple y sencilla, fue un reflejo de ella misma.
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Escogimos una decoración sencilla porque iba a ser una velada en casa para un grupo de sus amigos más allegados.
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No apoyamos mayormente en flores. Como saben soy una amante de la naturaleza y estas rosas son de mi jardín.
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Como a todas las madres, ver esta sonrisa de felicidad es lo que más me importa en la vida.
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Querida hija: En este día tan especial en que te vas acercando cada vez más a la edad de adulta, te invito a que siempre mantengas algo de niña en tu corazón. A que siempre seas sencilla y con los pies en la tierra. A que no te creas mas ni menos que nadie. A que siempre te preocupes más por aprender que pretender. A que nunca olvides que tienes en mi a tu verdadera mejor amiga para siempre. Eres mi única hija y se que la vida tiene guardadas para ti muchas cosas hermosas. No olvides que un solo pasito mal dado puede descarrilar tu vida y que muchos bien dados te pueden llevar a alcanzar tus metas y mas. Te adoro mi linda, Mami
